El cartílago es un tejido acolchado que cubre la superficie ósea de los huesos que articulan en la rodilla (fémur, tibia y rótula), para amortiguar sus movimientos y disminuir el rozamiento.
La condromalacia rotuliana se produce por reblandecimiento o erosión del cartílago. Es más frecuente en la articulación entre el fémur y la rótula, aunque también puede darse en la articulación femoro-tibial. Es una patología muy frecuente tanto en jóvenes como en adultos, y en deportistas como no deportistas.
La rótula es el hueso que tenemos en la parte anterior de la rodilla, que parece estar flotando, debido a su amplio rango de movimiento. Tiene una función muy importante, ya que forma parte del aparato extensor de la rodilla: a ella se une el tendón cuadricipital por arriba y el tendón rotuliano por abajo. Además, la rótula posee uno de los cartílagos más gruesos del cuerpo humano.
El cartílago de las articulaciones no está vascularizado, su nutrición se produce a través del intercambio de nutrientes y oxígeno, procedente de la matriz extracelular y, en definitiva, el líquido articular.
Se produce por traumatismos repetitivos en la articulación entre fémur y rótula.
No hay correlación entre el grado de lesión y las manifestaciones clínicas. Puede haber pacientes mayores con condromalacia rotuliana e incluso desgaste de la articulación femoro-rotuliana con pocos síntomas y (más habitualmente) pacientes jóvenes con menor grado de lesión y síntomas mucho más intensos.
La condromalacia rotuliana puede aparecer por factores mecánicos. Debido a la tensión que se produce en la rodilla entre el tendón cuadricipital y rotuliano, favorecen que la rótula esté desplazada hacía el lado externo de la rodilla, lo que se llama ángulo Q aumentado, lo que produce desgaste del cartílago rotuliano.
La medición de unos ejes óseos en la extremidad inferior nos indica el alineamiento de las rodillas. Existe diferencia de este ángulo entre hombres y mujeres, es más elevado en mujeres, que tienden a sufrir más lesiones en esta zona.
También puede producirse por descompensaciones musculares. Cuando el vasto interno es más débil que el vasto externo del cuádriceps, el movimiento de la rótula esté descentrado respecto al fémur y se produce un roce del cartílago rotuliano, predominantemente en el lado externo.
El grado y tamaño de la lesión de condromalacia rotuliana no es proporcional a los síntomas que se producen. Una lesión pequeña puede producir mucho dolor, una lesión grande puede no provocar síntomas significativos.
La condromalacia rotuliana causa dolor en la zona anterior de la rodilla (rótula), ruidos o chasquidos en la articulación de la rodilla, cierto derrame articular y limitación del movimiento.
El dolor es característico en la posición de flexión de la rodilla, al subir y bajar cuestas y escaleras, en la posición de cuclillas o al estar largo rato sentado con la rodilla flexionada ('síndrome de la butaca', que se produce en el cine o conduciendo).
En la exploración se detecta una zona dolorosa en la parte externa de la rótula. Realizamos pruebas de provocación del dolor al roce de la rótula con el fémur.
La radiografía nos permite valorar la alineación rotuliana y la resonancia magnética nos indica el grado de la lesión (se clasifican del grado 1 al 4, dependiendo del nivel de pérdida de cartílago).
El tratamiento conservador consiste en la prescripción de analgésicos y antiinflamatorios orales, antiinflamatorios intra-articulares mediante infiltraciones, e infiltraciones intra-articulares con ácido hialurónico.
En el caso de pacientes con alteración del ángulo, es imprescindible la rehabilitación para fortalecer los músculos implicados.
En la gran mayoría de los casos, la condromalacia rotuliana se soluciona con el tratamiento conservador. Si sigue habiendo dolor, puede ser necesario recurrir a la intervención quirúrgica.
La artroscopia de rodilla nos permite valorar el estado del cartílago y descartar otras lesiones, como podría ser la rotura de menisco.
La intervención quirúrgica nos permite liberar el alerón rotuliano externo para recentrar la rótula y variar la inserción rotuliana en la tibia.
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