La artrosis de hombro se produce por desgaste del cartílago que cubre la cabeza del hueso de la articulación y que facilita que el movimiento se produzca sin fricción. Al desgastarse esta almohadilla, aparece la fricción, las limitaciones y el dolor.
Es una lesión frecuente en mayores de 55 años, por el desgaste propio de la edad, y en personas que, por el desarrollo de su actividad profesional, se han visto obligadas a tener los brazos por encima del hombro durante periodos prolongados de tiempo.
También existen casos de desgaste precoz provocados por una patología llamada necrosis aséptica. La cabeza del hueso se queda sin riego sanguíneo y se va desestructurando, perdiendo su forma curva y achatándose.
La artrosis de hombro provoca dolor, más o menos intenso, y pérdida de movilidad que afecta al día a día. Se vuelven dolorosos movimientos como el de peinarse, atarse el sujetador o levantar el brazo por encima del hombro.
Las lesiones de hombro no son tan limitantes como las de cadera y rodilla, ambas necesarias para estar de pie y andar. En muchas ocasiones, una persona afectada de artrosis de hombro posterga la visita al médico y se autolimita en sus movimientos, hasta que el dolor se vuelve más intenso.
A la izquierda, hombro sano. A la derecha, hombro con artrosis.
Realizamos una exploración y valoración del caso. Si no hay dolor, se recomendará fisioterapia para no perder movilidad.
Si el dolor es moderado, se puede tratar con infiltraciones y ácido hialurónico.
Si el dolor es intenso y afecta gravemente a la calidad de vida de la persona, recomendaremos la intervención quirúrgica para la colocación de una prótesis.
En los últimos años hemos asistido a avances extraordinarios en prótesis de hombro, gracias a los cuales hoy podemos no solo eliminar el dolor, sino también devolver la movilidad incluso en hombros especialmente deteriorados.
La artrosis de hombro, es decir, el desgaste del cartílago que recubre el hueso, puede ir acompañada o no de daños en el manguito de los rotadores, el grupo de músculos y tendones que hace posible el movimiento de la articulación.
Realizaremos un escáner para comprobar el estado de la articulación del paciente. Si el manguito está en buen estado, colocaremos una prótesis anatómica. La pieza artificial sustituye al cartílago desgastado y la articulación mantiene su estructura natural.
La prótesis anatómica se compone de una pieza alargada que se fija al húmero, una superficie cóncava que se coloca en la escápula y una pieza esférica en la cabeza del húmero.
Si el manguito está muy deteriorado, utilizaremos la innovadora prótesis invertida que, como su nombre indica, invierte las partes de la articulación y utiliza como apoyo el músculo deltoides como sustituto del manguito deteriorado.
En la prótesis invertida, la parte esférica se fija a la glena y la pieza de polietileno se coloca en el húmero.
Componentes de una prótesis anatómica. En imagen radiográfica, prótesis anatómica e invertida.
La intervención para la colocación de la prótesis de hombro se realiza con anestesia general y con puntos de sutura. Dura una hora y media aproximadamente y requiere dos noches de ingreso. El postoperatorio es poco doloroso.
Tras el alta, el paciente deberá usar cabestrillo y mantener el hombro inmovilizado durante cuatro semanas, para asegurar una correcta cicatrización.
Tras esta primera etapa, comienza la recuperación. En un primer momento recomendaremos la auto rehabilitación: con la pauta y supervisión estricta del cirujano, será el propio paciente quien realice los ejercicios, moviendo el brazo en la medida de sus posibilidades, ayudándose con el otro brazo.
Progresivamente se irá recuperando movilidad. Realizaremos revisiones periódicas con radiografía, para comprobar que la evolución es correcta. En las últimas semanas, derivaremos al paciente a un centro de fisioterapia especializado para completar la recuperación.
Nuestros pacientes recuperan la normalidad aproximadamente tres meses después de la operación. El índice de satisfacción es, por norma general, muy alto. El dolor desaparece y se recupera gran parte de la funcionalidad del brazo.
Las prótesis de hombro, en la mayoría de las ocasiones, permanecen en perfecto estado durante más de 10 años y tras su vida útil pueden ser sustituidas.
Más información sobre la prótesis de hombro y su intervención