La cápsula articular es una fina capa que rodea la articulación del hombro, proporcionándole estabilidad.
La capsulitis retráctil, también conocida como ‘hombro congelado’, provoca la disminución progresiva del movimiento del hombro por inflamación y retracción de la cápsula articular, que pierde su tono, se engrosa y endurece.
Puede producirse por traumatismo aunque, en la mayoría de ocasiones, la causa es desconocida y aparece de forma espontánea.
Afecta en mayor medida a mujeres de entre 40 y 60 años y personas con diabetes.
La capsulitis retráctil puede aparecer, además, asociada a lesiones del manguito rotador o al síndrome subacromial cronificado.
En una primera fase, se siente un dolor más o menos intenso que, al no tener causa traumática llamativa, no se suele consultar.
Si no se actúa, con el paso de los meses la cápsula articular se va engrosando. Disminuye el dolor pero aparece la rigidez, el hombro se queda ‘congelado’, con la consiguiente limitación progresiva de movimientos.
Acciones como atarse el sujetador, o vestirse, se vuelven cada vez más complicadas. Se trata de una lesión que puede llegar a afectar seriamente a la calidad de vida de la persona.
Es fundamental consultar con un especialista ante la aparición de cualquier dolor en el hombro. En el caso de esta lesión, con la aplicación de ejercicios en la primera fase podemos evitar que se produzca la rigidez posterior y conseguir que la patología remita por sí sola.
Tras explorar al paciente, realizamos radiografías para descartar otras posibles lesiones, como la tendinitis calcificante. Además, hacemos una resonancia magnética para descartar problemas tendinosos asociados o lesiones óseas, que pueden pasar desapercibidas en la radiografía.
En la primera fase de dolor, combinaremos rehabilitación y tratamiento del dolor con inflitraciones.
Si no es suficiente, trabajaremos en colaboración con especialistas de unidad del dolor, aplicando tratamientos avanzados como el bloqueo del nervio supraescapular mediante anestesia de larga duración, radiofrecuencia…
El tratamiento del dolor debe ir acompañado de la realización de ejercicios supervisados por el cirujano, para evitar alcanzar la fase de rigidez del hombro.
En la segunda fase, disminuye el dolor pero aparece la rigidez. Intentaremos la recuperación a través de la autorrehabilitación y rehabilitación asistida por fisioterapeuta.
Si pasados unos meses no remiten los síntomas, recomendaremos la intervención quirúrgica.
La intervención para corregir la capsulitis retráctil tiene muy buen pronóstico si el paciente realiza correctamente la rehabilitación posterior.
Se realiza por artroscopia y requiere una noche de ingreso en clínica.
Durante el procedimiento, denominado capsulotomía, realizamos un corte en la cápsula articular para dotarla de flexibilidad. Ya en la misma intervención manipulamos el hombro para que gane amplitud.
Más información sobre la artroscopia de hombro
Tras la intervención, el paciente debe comenzar a realizar ejercicios de forma inmediata, para ir venciendo poco a poco la rigidez del hombro. No es necesario el cabestrillo.
Posteriormente deberá acudir a rehabilitación específica. La hidroterapia es muy efectiva en estos casos.
La capsulitis retráctil es una lesión compleja que requiere del compromiso del paciente. Si el proceso de rehabilitación se realiza correctamente, el tratamiento dará buenos resultados en un periodo aproximado de un año.