La cirugía de reemplazo de la rodilla, conocida como prótesis de rodilla o artroplastia de rodilla, uno de los procedimientos más comunes en cirugía ortopédica, puede ayudar a aliviar el dolor y restaurar la función de la articulación de la rodilla.
La prótesis, de primera calidad, tiene un componente de aleación metálica que sustituye las partes articulares del fémur y la tibia, en medio de las cuales se coloca un plástico de alta resistencia para sustituir el cartílago y hacer de superficie de deslizamiento entre los dos componentes metálicos.
El procedimiento quirúrgico se realiza con anestesia raquídea, sedación y un bloqueo nervioso periférico para reducir el dolor postoperatorio inmediato.
Antes y después del procedimiento, se administra un antibiótico por vía intravenosa para ayudar a prevenir y reducir los riesgos de infección postquirúrgica. Asimismo, si no existen contraindicaciones, también se le administrará un fármaco antifibrinolítico antes y durante la cirugía, para evitar el sangrado y, en la mayoría de los casos, la necesidad de una transfusión sanguínea.
Durante la intervención quirúrgica se realiza una incisión de entre 15 a 25 cm. Se dobla la rodilla y se retira la rótula, para exponer toda la superficie dañada de la articulación.
Posteriormente realizamos unos cortes precisos en las superficies articulares del fémur y la tibia, y en ocasiones de la rótula, para eliminar el cartílago dañado y remplazarlo por una articulación artificial, la prótesis.
Antes de cerrar la herida, se dobla y extiende la rodilla para evaluar y asegurarnos de que funciona correctamente. El procedimiento tiene una duración aproximada de dos horas.
Tras la cirugía, el paciente pasa unas horas en una habitación de recuperación postanestésica, donde se controlarán las constantes vitales.
Tras la intervención, el paciente permanece ingresado unos días, durante los cuales el equipo médico vigilará la evolución de la herida. Se le administrará un tratamiento para el control del dolor y se iniciará la profilaxis con anticoagulantes para prevenir la formación de trombos en las piernas, que deberá mantenerse hasta seis semanas tras la cirugía.
También se le enseñará a realizar ejercicios de movilidad de rodilla y a deambular de forma progresiva, primero con un andador y posteriormente con muletas.
La prótesis unicompartimental de rodilla (llamada media prótesis) está indicada en pacientes que tienen afectado un único compartimento femoro-tibial de la rodilla, con más frecuencia el interno.
También es una alternativa consolidada a la osteotomía tibial, y no requiere del periodo de inmovilización de ésta.
Para la implantación de una prótesis unicompartimental, la superficie articular del otro compartimento debe estar sana y el ligamento cruzado anterior integro para que cumpla su función.
La prótesis de rodilla tiene una vida útil de 15 a 20 años, y puede reemplazarse, siempre y cuando la persona presente un buen estado de salud.
En Artrosasun somos especialistas en el reemplazo de prótesis de rodilla incluso en edades muy avanzadas. Nuestra destreza y experiencia como cirujanos nos permiten realizar la intervención con la máxima precisión y delicadeza.
Tras la valoración del caso procederemos a la intervención, que tiene similares características a la que precede a la colocación de la primera prótesis y durante la cual sustituimos toda o parte de la prótesis con componentes nuevos.
Dependiendo de cada caso, puede ser necesaria la aplicación de insertos metálicos para contrarrestar un posible daño óseo causado por el deterioro de la prótesis.
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